La Plastilina

La ejercitación de la imaginación y la creatividad, es un punto importante que se debe de tener en cuenta en las primeras etapas de la educación infantil.
La imaginación en los niños no se resume simplemente en soñar algo que deseen, sino que en muchas ocasiones está relacionado con la manera que tienen ellos de ver el mundo. Por ello, tomamos la plastilina como una táctica con la que podemos trabajar la estimulación del ingenio de los más pequeños. Mediante este recurso, potenciamos los deseos, las ideas y las propias posibilidades con la que cuentan los niños. Con esta actividad podemos desarrollar la pontencionalidad del intelecto de los niños, ya que nos permite que expresen sus sentimientos, emosciones e inquietudes. Para favorecer la cratividad, hay que dejar que los niños tengan libertad para poder expresarse y realicen aquellas figuras que más les gusten o que en ese momento simplemente quieran hacer. De igual modo, hay que dejarles a libre criterio la elección del color o de la cantidad de plastilina a escoger. De este modo los niños exteriorzan sus ideas, pudiendo tomar conciencia de cuales son sus gustos o miedos. Pero no solo es un mecanismo para saber cuales son sus preferencias o no, sino que también nos sirve para conocer como es el mundo que les rodea.
De igual forma el uso de la plastilina, ayuda a poner en contacto al niño con el Arte.
Asimismo, ayuda a la psicomitizidad fina gracias a la manupulación de dicho material, además podemos detectar si hay agunos problemas o carencias en cuanto a la las cualidades físicas, como puede ser la debilidad de los dedos.