La Relajación

La técnica de la relajación en educación infantil, nos ayuda a crear un clima de armonía en medio del agetreo diario que se vive en esta etapa. En estas edades es muy importante conseguir que los niños y niñas encuentren un momento de sosiego, por ello elegimos esta técnica, como un recurso necesario que sería de gran importancia trabajarlo en el aula.
A lo largo de la jornada, el alumnado desarrolla actividades muy variadas y su propia intervención resulta vital para afianzar e interiorizar el aprendizaje. De ahí que la acción se convierta en la protagonista por excelencia de esta etapa. La acción necesaria e innata de los más pequeños se debe matizar en ciertos ocasiones del día para instaurar un clima cálido y agradable donde la seguridad se convierta en el motor de ese aprendizaje. Por ello, la presencia de la relajación, o lo que es lo mismo tensión-distensión, resulta imprescindible en nuestro quehacer diario. Uno de los momentos más adecuado para llevar a acabo esta técnica sería a la vuelta del recreo, donde los nños han estado realizando una mayor acción: correr, saltar, jugar... y se encontrarían más estresados.
El clima adecuado para llevar a cabo dicha técnica, sería un ambiente de calma con una música de fondo que favorezca la relajación. Además podemos utilizar unas velas para crear un ambiente acogedor. Utilizaríamos diferntes materiales para desestresar el cuerpo, como puede ser: rodillos, bolas de goma, plumas...
Para hacer a los niños partícipe de esa átmosfera de tranquilidad, podemos ofrecerle que sean ellos mismos los que le den masajes a sus compañeros con los materiales que hemos mencionado anteriormente. Para ello uno de sus conpañeros se dispondría a realizar los masajes, mientras que los otros se encentran sentados o tumbados en la alfombra. Así cada ía pasaría un alumno a realizar dicha relajación.